viernes, 30 de noviembre de 2007

Subjuntivo

Bien. Muy bien.

El curso de idiomas ha empezado. Hace ya dos semanas que estoy estudiando francés 4 horas al día, los 5 días de la semana... excepto cuando ha habido huelga de transporte, huelga de profesores de colegios e institutos y cuando el hijo de la profesora estaba enfermo. Se trata sobre todo de conversación, enterarnos de lo "bien" que están los gobiernos en general, de lo baratas que son las cosas en Georgia (y lo bien que se vive!), de cómo los italianos hacen la pizza genuina, de cómo en Alemania la educación universitaria ya se paga (hasta ahora era gratis), de cómo se hace una quiche en menos de 20 minutos, de lo que nos cuesta a los catalanes ponernos de acuerdo sobre qué es lo que pagamos al Estado... y, nuevamente, de lo "bien" que están los gobiernos en general. Todo esto, siempre gracias al intento de la profesora de enseñarnos el subjuntivo.

Bueno a lo que iba, el fin de semana:
Viernes:
Estuve en el taller de grabado donde trabaja Alex, nuestro alumno de francés italo-lusitano-suizo. Para los curiosos, aquí tenéis un enlace sobre Hayter, el fundador del atelier: http://www.michelfillion.com/oeuvres.php?artiste=HAYTER. Interesante, trabajan a color con una técnica muy específica que soy incapaz de repetir. Tuve la oportunidad de conocer a algunos de los artistas, ver algunas de sus obras y recordar lo atractivo que resulta un pequeño espacio de trabajo en el que la gente viene de todo el mundo.
A las 20h tuve la oportunidad de ver a un compañero de clase (en este caso, del Laboratorio) llamado Ben. Aquí tenéis su enlace: http://www.madhause.org/index.html Nos mostró una performance en estado de gestación. Cada sesión añade 8 minutos y la verdad es que puede llegar a ser muy interesante. De entrada los que estábamos ahí ya tenemos ganas de más. Fue muy sencillo y a la vez la actuación era muy generosa: toda una declaración de principios, muy personal, sin decir demasiado, las palabras justas y jugando con la superposición de traducciones. Hasta que no tenga su "permiso" prefiero no daros más detalles. A ver, hay alguna foto...?



Después, Cremallere! Léase: Inauguración del piso de Blanca y Margo. Me ahorro explicaciones. Sin en unos días veis que he quitado la foto es porque me lo han pedido de forma "insistente y convincente":


(Arnau, has vist com és cert que amb la Blanca ens hem fet amigues? Has creat dos monstres!! :-))
El sábado:
Lu, una compañera del Laboratorio, me invitó a ver un espectáculo en el lugar donde se encuentra al Théâtre du Soleil, dirigido por Ariane Mnouchkine (http://www.theatre-du-soleil.fr/). Hacían un ciclo llamado Premier Pas (http://www.premiers-pas.org/) en el que participaban jóvenes compañías para presentar sus obras. La que vimos nosotras se llamaba El Collar de Elena, dirigida por una chica de 20 años !!! La verdad es que quedó una pieza bastante digna.
Uy! Me echan de la sala desde la que escribo. Ampliaré la entrada en cuanto pueda :-)













lunes, 19 de noviembre de 2007

Una de cal...

...y una de Fraga:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=459771&idseccio_PK=1008&h=071119

El Cerficado médico: en ocasiones veo voces

Léase la cursiva en voz alta, tapándose la nariz con los dedos pulgar e índice


Para trabajar necesito un certificado médico que diga que soy apta.
La seguridad social estaba cerrada porque ninguno de los trabajadores de la recepción pudo coger el metro por culpa de la huelga. No sé, el resto de la población ha descubierto las piernas y las ha utilizado pero, en fin, no quiero enfadarme; ese es otro tema. Busqué en mi barrio un médico cualquiera y fui.
Lo encontré, tenía el sello de "convencionné" y de la "generalitat francesa" y me decidí. Llamé al interfono y dije que necesitaba un certificado médico. Una mujer me dijo: tiene usted que venir con cita previa. A lo que yo respondí: ¿bien... puede usted darme cita?
- Tiene usted que hablar con la secretaría por teléfono.
- Bien, gracias.
Llamo por teléfono y la misma mujer con la misma voz me dio cita. Así pues, el viernes conseguí cita para el médico: hoy lunes a las 16:15. Esta tarde he llamado al interfono y la misma mujer ha contestado:
- Oui!!!!!!
- Soy Irene Pomar y tengo cita...
- ñññlkñññdklññafañlññññdfklññ et adjlñajfdafñda?
- Oui... (¿por qué no?)
Se abre la puerta. Una vez dentro, lo más intuitivo es buscar la famosa Secretaría para decir aquello de "hola, soy yo", pero lo único que hay es una sala de espera y nadie ahí ha oído ni ha visto jamás un despacho de secretaría. Pero no hay miedo, está todo muy limpio. No parece un carnicero y la gente sale sonriente :D:D:D:D Una mujer me llama y se presenta como la doctora noséqué. Muy maja. En su mesa hay lo habitual en una consulta médica: el ordenador, la impresora, una máquina para pasar targetas de crédito, un teléfono y un interfono. Lo que no tiene son sobres. Comprobado.
Lo primero que te preguntan es si tienes la carta de vacunas. ¿Que no? Bueno, a ver, grosso modo:
- ¿De qué se ha vacunado usted? ¿De la gheixxofal?
- Sí
- ¿De la hkñlkjñoi?
- Sí, pero hace mucho. ¿Caduca?
- Sí, al cabo de 6 años.
- No, pero creo que es más reciente, eh! (clarísimo... la última vacuna fue en la universidad tras un brote de tuberculosis...)
- C'est pas grave.
- ¿Va a trabajar con niños?
- No, en principio no. (este pueblo tiene una obsesión con los niños...)
- Bien... Mmm ¿Operada?
- No (todo natural, jiji. Sí ya, yo me lo guiso yo me lo como)
- ¿Medicación?
- No
- ¿Antibaby tampoco?
- N-n-n-no
- ¿Casada?
- No
- ¿Soltera?
- (bloqueo...) O-o-oui (a ver: si no A, luego B)
- Vamos a la camilla. Diga AAAAAA.
Me salto los detalles, respiro bien y tensión arterial estupenda.
Volvemos a la mesa y empieza el redactado. En él se especifica que soy apta para trabajar en "galerías, museos y centros de arte". Espero que no haya ningún problema si otro día me da por trabajar en otro sector. En estos momentos suena el teléfono y se oye aquello de:
- Oui!
Sí, en cursiva nasal. Pero esta vez bien de cerca, en directo, sin tecnología de por medio. Leedlo bien: Oui. Mi doctora es "la doctora xxxxx y miss iiiii". Es la mujer de las 2 voces, Mari Carmen y Doña Rogelia en uno. Se hace pasar por su propia secretaria y habla de ella misma en tercera persona, imagino que con la esperanza de que yo no me dé cuenta del desvarío. Por si queda alguna duda, han llamado al interfono y se ha repetido la misma operación. Espero que no haga esto delante de francófonos cuerdos... Yo me lo he pasado bien pero no sé yo si todo el mundo se lo tomaría con tanta deportividad.
Bueno. Todo por hoy. Ya le diré a Irene que la echáis de menos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La cara dulce del arte contemporáneo

Un gofre a la salud de los buñuelos huecos
En una de las maratones de lanzamiento de cv de la semana pasada fui a parar a la Galeria Denise Rene (www.deniserene.com). El viernes a las 13:45 de la tarde me presenté en una de las dos galerías que tienen en la ciudad, la de Rive Gauche, en el barrio 7 (tipo Sarrià pero sin disimular). Al llegar estaba cerrada. Blanca, desde casa, miró en su ordenador y comprobó que abría de nuevo a las 14h. Lógicamente, esperé. Mientras estaba ahí, una mujer bien conjuntada con el barrio me preguntó si me iba a quedar hasta que abrieran. Al decirle que sí, la mujer me entregó un paquete para Isabelle: "ella ya sabrá quién se lo trae". Me quedé sola con mi carpeta, el paquetito con dibujos de croissants, el bolso, el gorro y sin guantes. Sí, hacia frío, mucho frío.
A las 14h ahí no había nadie. Ni a y 5, ni a y 10... ni a y media. Ni siquiera podía decidir irme a la galería del otro lado porque como tenía un paquete que entregar... Me empezó a entrar un hambre atroz y la tentación de dejar a la tal Isabelle sin merienda iba siendo cada vez más fuerte. Así que, en cuanto empezó a hacer un viento insoportable, decidí irme a comprar un gofre caliente a un kiosko junto a la entrada de metro de St. Germain de Près, justo donde cambiamos de barrio. Paso de dar detalles pero resumiendo: si en una mano llevas un paquete que pesa muy muy poco, en la otra aguantas una carpeta, llevas bolso y quieres estar presentable para entregar tu dossier en una galería, nunca, repito, NUNCA, te comas un gofre con nutella fundida si se despierta la tramuntana a la parisina y el banco en el que te puedes sentar no está a menos de 10 metros. Suerte que el bolso era marrón, ahí sí que fui inteligente.
Responder al móvil cuando Blanca llamó también tuvo su mérito. Visto el panorama ella decidió venir directamente a la estación de metro en la que yo estaba, en vez de esperar a que yo fuera de nuevo al centro. Por supuesto, ley de murphy: cuando ella llegó la galería estaba abierta como si nada.
Pregunté por Isabelle. Qué alegría al ver que existía. Se disculpo por haber abierto tarde. Al parecer tenía que dar una clase... Le dije que iba a verla por dos motivos. "Uno es que tengo un paquete para usted. La persona que me lo ha dado dijo que sabría de quién era. Me lo ha dejado a mí en cuanto ha visto que también esperaba". La mujer flipó y se puso a reír. Me dio las gracias y dijo que lo compartiría conmigo. "El segundo motivo es para entregarle mi dossier para hacer un stage." Lo cogió interesada y después de reírnos un rato más me dio la mitad de la mercancía: unos buñuelos con mucho azúcar y completamente huecos. Será cosa del barrio, en estos entornos prima el barroco minimal. O minimal a precio de barroco...
No sé si tendré prácticas pero hipoglucemia, lo que es hipoglucemia, no, todo el mundo tranquilo.

Sobre 1 Galería y Rien de Rien

Montmartre con luz
Ayer... no, perdón, el lunes fui a Montmartre después de haber pasado por la Administración del Centro Pompidou. Lo dicho, con la alegría de la primera entrevista fui tirando hacia una de las pocas galerías que abre en lunes. Arte contemporaneísimo (¿así?)... (http://www.galeriew.com/).
Ir a Montmartre en metro y con un plano es imprescindible pero hay que prestar atención a las subidas, las curvas y las rectas. Si no, os puede ocurrir como a mí y pensar "esta calle es curva pero es la que me lleva directa a X" y descubrir que la calle que has dejado más abajo, es recta y llevaba directamente a tu destino. Nada, no pasa nada. Es un momento turista y sin gps dispersarse y multiplicar la duración de tu trayecto por tres es inevitable. Pero valió la pena, ¿no?:



En cuanto a esta tercera foto, decía la placa que aquí tuvo Picasso su primer estudio. Si no me hubiera perdido no lo habría encontrado. Por otro lado, juraría haber leído esto antes en otro sitio peeeero... yo no digo nada.


Después de ver la galería tenía la cabeza como un bombo. El arte me encanta, lo que vi me gustó pero, no sé por qué, a menudo me entra un mal humor!, una tensión..., grrr. Así que decidí tomarme la tarde para no hacer nada: rien de rien. No lo parece porque os estoy ahorrando los detalles pero estos días he seguido con mi actividad de lanzamiento de CVs, entrevistas de trabajo (bueno, una, :-P), inspección de galerías, he empezado a dar clases de español y sigo con mis oraciones al patrón de las prácticas (un poco) remunaradas. Está claro que me merecía unas horitas de rien de rien.

Me senté de nuevo en el Sacré Coeur. Esta vez, sola, con luz y con menos suerte con la música. En el tramo más bajo de escaleras, una cantante con su... ¿cómo se llama ese aparato que es como un altavoz y reproduce melodías para poder cantar encima? Bueno, con éso pero sin cantar. Micrófono en mano hizo un par de gorgoritos y el resto del rato lo pasó fumando y hablando por teléfono. Toda una entertainer. En el otro tramo de escaleras ya fue más parecido al día que fui con Blanca. Si bien hubo momentos karaoke, pasé un muy buen rato. Cargué pilas. Ahora sabréis por qué:


Mi amigo Juan-Luc

Compartir: no es fácil pero necesario


Ante tal expansión de espacio, he sentido una fuerte necesidad de compañía. Me basta con la presencia de un amigo. Alguien que vigile el bienestar de mis libros, la batería de la cámara y que disfrute conmigo del piar de los pájaros porque, para los que no sabíais qué es ese ruidito del vídeo, los pájaros se oyen desde esta habitación de París. ¡Hay tantas cosas por compartir!: que si hoy me han llamado para unas prácticas, que si hoy el curso de movimiento ha sido interesante, que si he quedado con Anne Lise para ir al Palais Tokyo, que si me queda bien el jersey de rayas... En fin, alguien fundamental para sobrellevar el día a día en un París que, por cierto, ¡¡¡VUELVE A ESTAR EN HUELGA!!! Qué vicio, oye.

...bueno, ahí está Juan-Luc:





Aún se está adaptando a la nueva vida, por eso lo veréis algo desenfocado. Pobre, ha sido arrancado de una larga vida de proctector de tendederos de ropa y envoltorio de huevos kinder para pasar a dormir en una humilde estantería. Espero que no me denuncie. Estoy segura de que poco a poco irá encontrando su forma y su lugar.




Un paseo por la habitación

jueves, 8 de noviembre de 2007

París 11

Déménagement
12:30h. Primer contacto: la Mademoiselle X sonríe. Una mujer enorme y agradable me acompaña a la habitación. Lista de inventario en mano, anota el estado de la habitación: pared semi-limpia, cama hecha, mesa ok, estantería ok... "Uy! es curioso en todas las habitaciones está suelto este estante, jijiji". Sonrío, qué maja. Lavabo, limpio, sin cortina de ducha, anotado: "hace falta cortina de ducha." Bueno, ya puedes firmar. Firma también este papel donde explicamos el coste de cada cosa que haya que reparar: ok... mesa 5 euros, ducha 8 euros, wc 8 euros, agujero en la pared (de chincheta incluido) 8 euros.
Visitas. Me explica: puedes tener visitas. No hay ningún problema. Estás en tu casa. (Sonrisa.) Durante el día les pediremos el DNI y cuando salgan se lo devolveremos. Tampoco hay ningún inconveniente en que traigas a gente por la noche. Claro, estás en tu casa (Sonrisa bis). También les pediremos el DNI y se facturarán 5, 50 euros y no nos hacemos responsables de poner el colchón ni nada. Aha... Por supuesto si traes a alguien durante el día debe irse antes de la 1 de la noche, porque es cuando cambia el vigilante y se le podría facturar. ¡¿Ein?! cuántas reuniones de trabajo habrán hecho falta para diseñar esto.
Bueno, a la hora de la verdad, me han dicho que hay un vigilante que siempre se queda sobado así que, amigos de Barcelona y del más allá, no dejéis de venir por eso. Os mantendré informados.
Ah! Sí. Última aclaración: No se pueden traer niños ni menores de edad. Lo siento, aquí me falta el emoticono de la ceja levantada. Y si viene un niño debe venir con el adulto responsable, no sirve una autorización... Ok. Dejo los libros trasladados en la estantería. Volvemos a recepción. En el ascensor... sí!! hay ascensor!!! en París!!! oeeee... bueno, en el ascensor, se acuerda de que mañana día 7 cortan el agua de 8 a 18h así que me lo explica como algo excepcional y que no se repetirá.
Contrato y últimas puntualizaciones. Firma aquí, aquí y... aquí. Leo, pregunto y firmo ahí, ahí y ahí. Pero antes, ¿hay internet? Sí, hay PCs y WiFi. Ok. Tema comida: Tienes derecho a utilizar la cocina, a desayuno todas las mañanas y cena 10 noches al mes. Si no llegas a tiempo te lo guardamos y se lo pides al guarda cuando llegues. Guay!
Ahora, sí. Déménagement. A las 21 h. salgo del curso. A las 21:30 estoy en casa de Anne Lise. Margaux, Blanca y su muela se han ofrecido a ayudarme con la mudanza. Una ayuda impagable por lo valiosa que es y porque en estos momentos, después del depósito que he dejado, todo me parece impagable. Por lo demás maletón/armario con ruedas + mochila del PC con carpetas varias + Mochila negra con cosas del wc + caja con abrigos se desplazan en metro sin escaleras mecánicas con un trasbordo que aumenta el grado de heroicidad de tamaña odisea.
Pequeño homenaje al chico parisino: un chico parisino parisino, de verdad, nos ayudó con la maleta en tres tramos de escalera. El sólo. Muchas gracias!! Qué bien lo pasamos aquí en París. Me mudaría cada día.

En fin... ¡Me he mudado! Desde la noche del martes 6 de noviembre tengo un nuevo hogar llamado "habitación 506". Es muy maja. Puerta de entrada, a la izquierda el mayor armario empotrado que he tenido en mi vida, a la derecha estantería y el baño más pequeño que he tenido en mi vida (modelo NASA o submarino). A continuación, dormitorio: a la derecha, minicama, a la izquierda, superestantería, en frente, ventana con vistas a un patio interior enorme, un jardín como los que en realidad querríamos tener en el Eixample. A pesar de la desproporción... Un lujillo muy agradable. Ya os pasaré fotos.

Evidentemente, qué ocurre el primer día un lugar nuevo?

1. Tengo la regla. Ya sé que esto es algo privado y a priori innecesario pero entenderéis que es un handicap cuando te levantas a las 9, te preparas para la ducha sagrada y... tachán! han cortado el agua. Y lo más irritante es que yo lo sabía pero no me acordé...

2. Desayuno. No hay desayuno pero es que además no me lo han guardado. Miro a la mujer. Una argelina con un salero increible. Le explico... soy nueva, no me entero, pensé que lo guardaban, ayer terminé tarde la mudanza... (Sonrisa, sonrisa...). "Bueno, tengo un poco de pan". Yo: gracias!!! Me siento a comer pan. "Toma, quieres mermelada???"Yo: Gracias!!! Saqueo tímidamente la caja. Al cabo de un rato. "Bueno, ¡¿y no tomas leche, ni café, ni té...?!" Yo: normalmente, leche, pero al ver que está todo recogido... "Voilà, lait!!" Y ahí charlamos un buen rato sobre Barcelona y Argelia.

3. Noche, wifi. No hay wifi. No tenemos para todos. Somos demasiados freaks que queremos estar online y hablar con nuestra gente. Demasiada gente que quiere actualizar el blog, buscar información sobre los sitios donde quiere trabajar. Y digo yo, criticando por criticar... Los que están en el sofá viendo el partido de fútbol, necesitan tener el portátil encendido viendo la versión B del mismo partido?

4. Cena. El guarda va a un armario, coge unas llaves para abrir otro armario y coger otras llaves para abrir una puerta a la que solo pueden acceder "ellos". De ahí sale mi cena en una bolsa con el papel en el que yo había seleccionado un menú que no entendía pero que casualmente era verdura. Perfecto. Así pues, sí hay cena. Pero no hay platos, ni cubiertos. A una chica que está detrás de la barra le pido platos y cubiertos. Me los deja y cuando ya estoy a media cena me doy cuenta de que es española y no trabaja ahí sino que es una stagiere más (como yo), así que los platos son de hecho suyos. Me disculpo, nos reímos y le devuelvo los platos. Se llama Ana y es abogada. También conocí a Erion, un chico albanés muy majo. Es informático y fue él quien decidió que posiblemente el WiFi no funcionaba porque había demasiada gente conectada. Pero al menos me reí un rato antes de irme a dormir. Incluso hablamos de máquinas de Turing (http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_Turing). ¿Qué iban a tener en común si no un informático y una filósofa?

Fin por hoy :-)

lunes, 5 de noviembre de 2007

Beaubourg

Pompidou por dentro, París por fuera.

Un gran mirador en el centro de una ciudad. Por la estructura de cristal, sus escaleras y sus tubos ofrecen una visión de un París perfectamente iluminado y esculpido. Los edificios absorben al máximo la luz solar para no disminuir en importancia. Se sitúan delante del fondo rosado que más realza su estructura; pura coquetería.

Y aquí tenemos un par de mirones inmóviles del 5º piso:

El domingo, Margaux (compañera de piso de Blanca) y yo, nos sentimos con fuerzas para levantarnos e ir a ver el Centro Georges Pompidou. Como souvenir de este primer encuentro ofrezco dos obras que plasman lo que tanto me cuesta explicar con palabras sobre el Laboratorio de Estudio del Movimiento. También había Kandinskys pero claro, se fundió la batería de la cámara.
Matisse: ¿hay tensión o no hay tensión? ¿hacia dónde tira? Se mueve, ¡y cómo!



... y Giacometti: otro gran caminante.



Sí, es la misma figura desde dos puntos de vista distintos.

Finalmente, Magritte, dedicado a Blanca, que no pudo venir:


De vuelta al inicio

Un día después de la habitación, unos minutos antes del tetraedro...

No había que explicar la habitación sino mostrarla. Así pues, ese primer intento de dibujar mi habitación mostrando la cama, las estanterías y la ventana no era más que un plano de arquitectura frustrado o, mejor dicho, un alzado lleno de desproporciones que habrían carecido de importancia si a cambio se hubiera mostrado la luz, la amplitud y la calidad del espacio. Ahí es donde creo que queremos llegar. La cantidad de espacio, no, la calidad. Explicar, no, mostrar.

¡Es una investigación! Así pues, guardamos los dibujos de nuestras habitaciones y avanzamos. Planteamos nuevas preguntas. Qué ocurre con el blanco y el negro. Ahí es donde apareció la cuestión del tirer-pousser que ya he comentado: quién empuja a quién, qué tira y desde dónde... Trabajamos con líneas y texturas y después de varios intentos este fue mi resultado.





¿Se mueve?

Aquí, una mujer peluda

Por favor, leed este artículo que me ha pasado Blanca. Es de Empar Moliner: http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Pelo/pluma/elpepuespcat/20071105elpcat_5/Tes

No sé si felicitarle o montarle un club de fans por el artículo que acabo de leer. Muchas gracias. Y le doy las gracias, no por ser homosexual, heterosexual o bisexual. Si tampoco por ser una mujer peluda. Le doy las gracias por cómo lo ha hecho. Así, con artículos alejados del maniqueismo, junto a la mayor comprensión de qué significa ser individuos que conviven en sociedad, tal vez dejemos de hacer de la sexualidad un carnet de identidad no impreso pero más estigmatizante. Ya vale con que la homosexualidad o la bisexualidad sea algo que "hay que avisar"...

Un abrazo desde París,
Irene