lunes, 19 de noviembre de 2007

Una de cal...

...y una de Fraga:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=459771&idseccio_PK=1008&h=071119

El Cerficado médico: en ocasiones veo voces

Léase la cursiva en voz alta, tapándose la nariz con los dedos pulgar e índice


Para trabajar necesito un certificado médico que diga que soy apta.
La seguridad social estaba cerrada porque ninguno de los trabajadores de la recepción pudo coger el metro por culpa de la huelga. No sé, el resto de la población ha descubierto las piernas y las ha utilizado pero, en fin, no quiero enfadarme; ese es otro tema. Busqué en mi barrio un médico cualquiera y fui.
Lo encontré, tenía el sello de "convencionné" y de la "generalitat francesa" y me decidí. Llamé al interfono y dije que necesitaba un certificado médico. Una mujer me dijo: tiene usted que venir con cita previa. A lo que yo respondí: ¿bien... puede usted darme cita?
- Tiene usted que hablar con la secretaría por teléfono.
- Bien, gracias.
Llamo por teléfono y la misma mujer con la misma voz me dio cita. Así pues, el viernes conseguí cita para el médico: hoy lunes a las 16:15. Esta tarde he llamado al interfono y la misma mujer ha contestado:
- Oui!!!!!!
- Soy Irene Pomar y tengo cita...
- ñññlkñññdklññafañlññññdfklññ et adjlñajfdafñda?
- Oui... (¿por qué no?)
Se abre la puerta. Una vez dentro, lo más intuitivo es buscar la famosa Secretaría para decir aquello de "hola, soy yo", pero lo único que hay es una sala de espera y nadie ahí ha oído ni ha visto jamás un despacho de secretaría. Pero no hay miedo, está todo muy limpio. No parece un carnicero y la gente sale sonriente :D:D:D:D Una mujer me llama y se presenta como la doctora noséqué. Muy maja. En su mesa hay lo habitual en una consulta médica: el ordenador, la impresora, una máquina para pasar targetas de crédito, un teléfono y un interfono. Lo que no tiene son sobres. Comprobado.
Lo primero que te preguntan es si tienes la carta de vacunas. ¿Que no? Bueno, a ver, grosso modo:
- ¿De qué se ha vacunado usted? ¿De la gheixxofal?
- Sí
- ¿De la hkñlkjñoi?
- Sí, pero hace mucho. ¿Caduca?
- Sí, al cabo de 6 años.
- No, pero creo que es más reciente, eh! (clarísimo... la última vacuna fue en la universidad tras un brote de tuberculosis...)
- C'est pas grave.
- ¿Va a trabajar con niños?
- No, en principio no. (este pueblo tiene una obsesión con los niños...)
- Bien... Mmm ¿Operada?
- No (todo natural, jiji. Sí ya, yo me lo guiso yo me lo como)
- ¿Medicación?
- No
- ¿Antibaby tampoco?
- N-n-n-no
- ¿Casada?
- No
- ¿Soltera?
- (bloqueo...) O-o-oui (a ver: si no A, luego B)
- Vamos a la camilla. Diga AAAAAA.
Me salto los detalles, respiro bien y tensión arterial estupenda.
Volvemos a la mesa y empieza el redactado. En él se especifica que soy apta para trabajar en "galerías, museos y centros de arte". Espero que no haya ningún problema si otro día me da por trabajar en otro sector. En estos momentos suena el teléfono y se oye aquello de:
- Oui!
Sí, en cursiva nasal. Pero esta vez bien de cerca, en directo, sin tecnología de por medio. Leedlo bien: Oui. Mi doctora es "la doctora xxxxx y miss iiiii". Es la mujer de las 2 voces, Mari Carmen y Doña Rogelia en uno. Se hace pasar por su propia secretaria y habla de ella misma en tercera persona, imagino que con la esperanza de que yo no me dé cuenta del desvarío. Por si queda alguna duda, han llamado al interfono y se ha repetido la misma operación. Espero que no haga esto delante de francófonos cuerdos... Yo me lo he pasado bien pero no sé yo si todo el mundo se lo tomaría con tanta deportividad.
Bueno. Todo por hoy. Ya le diré a Irene que la echáis de menos.