lunes, 5 de noviembre de 2007

De vuelta al inicio

Un día después de la habitación, unos minutos antes del tetraedro...

No había que explicar la habitación sino mostrarla. Así pues, ese primer intento de dibujar mi habitación mostrando la cama, las estanterías y la ventana no era más que un plano de arquitectura frustrado o, mejor dicho, un alzado lleno de desproporciones que habrían carecido de importancia si a cambio se hubiera mostrado la luz, la amplitud y la calidad del espacio. Ahí es donde creo que queremos llegar. La cantidad de espacio, no, la calidad. Explicar, no, mostrar.

¡Es una investigación! Así pues, guardamos los dibujos de nuestras habitaciones y avanzamos. Planteamos nuevas preguntas. Qué ocurre con el blanco y el negro. Ahí es donde apareció la cuestión del tirer-pousser que ya he comentado: quién empuja a quién, qué tira y desde dónde... Trabajamos con líneas y texturas y después de varios intentos este fue mi resultado.





¿Se mueve?

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