lunes, 5 de noviembre de 2007

Beaubourg

Pompidou por dentro, París por fuera.

Un gran mirador en el centro de una ciudad. Por la estructura de cristal, sus escaleras y sus tubos ofrecen una visión de un París perfectamente iluminado y esculpido. Los edificios absorben al máximo la luz solar para no disminuir en importancia. Se sitúan delante del fondo rosado que más realza su estructura; pura coquetería.

Y aquí tenemos un par de mirones inmóviles del 5º piso:

El domingo, Margaux (compañera de piso de Blanca) y yo, nos sentimos con fuerzas para levantarnos e ir a ver el Centro Georges Pompidou. Como souvenir de este primer encuentro ofrezco dos obras que plasman lo que tanto me cuesta explicar con palabras sobre el Laboratorio de Estudio del Movimiento. También había Kandinskys pero claro, se fundió la batería de la cámara.
Matisse: ¿hay tensión o no hay tensión? ¿hacia dónde tira? Se mueve, ¡y cómo!



... y Giacometti: otro gran caminante.



Sí, es la misma figura desde dos puntos de vista distintos.

Finalmente, Magritte, dedicado a Blanca, que no pudo venir:


De vuelta al inicio

Un día después de la habitación, unos minutos antes del tetraedro...

No había que explicar la habitación sino mostrarla. Así pues, ese primer intento de dibujar mi habitación mostrando la cama, las estanterías y la ventana no era más que un plano de arquitectura frustrado o, mejor dicho, un alzado lleno de desproporciones que habrían carecido de importancia si a cambio se hubiera mostrado la luz, la amplitud y la calidad del espacio. Ahí es donde creo que queremos llegar. La cantidad de espacio, no, la calidad. Explicar, no, mostrar.

¡Es una investigación! Así pues, guardamos los dibujos de nuestras habitaciones y avanzamos. Planteamos nuevas preguntas. Qué ocurre con el blanco y el negro. Ahí es donde apareció la cuestión del tirer-pousser que ya he comentado: quién empuja a quién, qué tira y desde dónde... Trabajamos con líneas y texturas y después de varios intentos este fue mi resultado.





¿Se mueve?

Aquí, una mujer peluda

Por favor, leed este artículo que me ha pasado Blanca. Es de Empar Moliner: http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Pelo/pluma/elpepuespcat/20071105elpcat_5/Tes

No sé si felicitarle o montarle un club de fans por el artículo que acabo de leer. Muchas gracias. Y le doy las gracias, no por ser homosexual, heterosexual o bisexual. Si tampoco por ser una mujer peluda. Le doy las gracias por cómo lo ha hecho. Así, con artículos alejados del maniqueismo, junto a la mayor comprensión de qué significa ser individuos que conviven en sociedad, tal vez dejemos de hacer de la sexualidad un carnet de identidad no impreso pero más estigmatizante. Ya vale con que la homosexualidad o la bisexualidad sea algo que "hay que avisar"...

Un abrazo desde París,
Irene